Sabíamos que esta pandemia de la «peste negra», era la más especial de todas las que conocemos y se ha soportado a través de todos los tiempos y en especial, desde sus inicios en el año 1346.
Hemos tenido varias pandemias en la historia que han marcado cada época cuando se han producido. Recordemos:
Desde hace siglos, el ser humano ha tenido que combatir contra un enemigo al que ni siquiera ve, y, hasta hace poco, mucho menos entiende. Los virus han sido, en muchas ocasiones, más mortales que guerras y hambrunas. La peste Negra, que asoló Europa en el siglo XIV, es la peor pandemia a la que se ha tenido que enfrentar la humanidad: se llevó por delante más de la mitad de la población del continente, según algunos cálculos.
- Peste Negra: 75 a 200 millones de muertes.
Es sin duda, la plaga más mortífera que ha asolado jamás a la humanidad. Según los cálculos, siempre estimaciones, las muertes entre 1346 y 1353 podrían haber llegado hasta los 200 millones de muertes en Europa, que quedó diezmada después de la enfermedad. La causa: la bacteria Yersinia pestis, que también podría haber provocado otras formas de plaga.
Se cree que originó en los desiertos de Asia, y que, a través de la ruta de la seda, hizo su mortífera entrada en Europa a través de la península de Crimea. En total, se llevó por delante a entre un 30% y un 60% de la población del continente europeo. Más de un siglo después de la llegada de la enfermedad, el mundo seguía en proceso de recuperación. La epidemia tuvo diversos brotes entre los siglos XIV y XVII, y a lo largo de dos siglos continuó cobrandose vidas.
- Gripe española: 75 millones de muertes
Conocida como la gripe española, esta pandemia, especialmente mortífera, se cobró a partir de 1918 más de 50 millones de vidas, se cree que hasta 100 millones, un 5% de la población mundial. Una de las características destacadas de esta epidemia fue que afectó especialmente a jóvenes sanos, y uno de los dos brotes del virus H1N1 de influenza. Cómo llegó, se fue: después de 18 meses asolando al mundo, desapareció completamente. Ataca al sistema inmunológico del paciente, en su enteridad, por lo que afecta menos a niños y mayores, que tienen sistemas inmunológicos menos fuertes.
- VIH/SIDA: 30 millones de muertes
Desde su descubrimiento en 1981 y hasta el año 2012, el VIH se ha cobrado cerca de 30 millones de vidas, principalmente en el continente africano. La epidemia continúa actualmente, y, al año, hay 1,8 millones de muertes, según datos de 2012. La cifra de fallecidos ha descendido progresivamente desde 2005, pero el SIDA sigue siendo una de las epidemias más mortíferas del continente africano.
Aún así, la extensión de los medicamentos retrovirales han conseguido reducir drásticamente la mortalidad de la epidemia, que cuando fue descubierta era incurable. En un reciente estudio se llegó a la conclusión de que la enfermedad originó en la década de 1920 en Kingshasha, en el Congo, y no posterioremente, como se creía hasta el momento. La enfermedad afecta al sistema inmunológico, con lo que las personas con el virus tienen menor protección ante ataques al sistema y tienen más probabilidad de verse afectados por infecciones o tumores.
- Plaga de Justiniano: 25 millones de muertes
En el siglo I d.C. una extraña plaga azotó al el mediterráneo: la ciudad de Constantinopla y los puertos del mar Mediterráneo sucumbieron a la enfermedad, que llegó a cobrarse 5.000 vidas al día, según los historiadores, y se llevó por delante a la mitad de la población de la actual Istambul. Eran las miles de ratas las que llevaron la enfermedad a las ciudades, y su origen podrían estar en China. Algunos historiadores apuntan a que su efecto fue tan devastador que debilitó al Imperio Bizantino exponiendola a los ataques de los árabes.
- Tercera plaga: 15 millones de personas
Es como se conoce a una gran pandemia de peste bubónica que se produjo en la provincia de Yunnan, en China, en el año 1855. Se extendió a varios continentes, matando a su paso a 15 millones de personas, cerca de 12 millones de ellas en China y la India. Según la OMS, la pandemia seguía activa hasta 1959, cuando las muertes por esta pandemia cayeron a 200 al año.
- Plaga Antonina: 5 millones de muertos
La plaga Antonina, también conocida como la plaga de Galeno, fue una infección que se cree fue sarampión o viruela, aunque se desconoce exactamente qué fue. Mató al emperador romano Lucius Verus, y el nombre de su coregente, Marco Aurelio Antonio, dió nombre al brote. En Roma, nueve años de su aparición, provocó hasta 9.000 muertes al día, masacrando hasta a un tercio de la población en algunas áreas.
Hizo desaparecer en gran parte al ejército romano, y algunos investigadores señalan que tuvo que ver en la caída del imperio romano. Según investigadores italianos, cambió de tal manera al Mundo Antiguo que Roma cayó ante los bárbaros. Afectó a los soldados que se alistaban al ejército, la economía urbana y rural vació las arcas del estado, afectando también las tradiciones romanas y su religión, permitiendo la extensión del cristianismo, algo que ayudó a la caída del imperio ante los bárbaros.
Hemos hecho referencia a las seis plagas más importantes que hemos sufrido y se han luchado contra ellas, con los elementos y los conocimientos que entonces existían. Actualmente, la tecnología está mucho mejor preparada y existen conocimientos más profundos para saber habcer frente a las mismas, sin embargo el grado de efectividad no siempre se encuentra ni consigue los efectos deseados para erradicar dicha plaga.
Para éllo, hay que estar preparado para soportar el factor sopresa de cuando tiene origen su aparición y tener, enoncre, las herramientas necesarias para afrontarla con éxisto, en vez de empezar entonces a buscar los medios necesarios para anularlas, o sea hacer una previsión para afrontar con éxito a dichos elementos.
Esta todo ello muy bien, pero falta un elemento, muy importante para tener el éxito requerido, la voluntad de querer trabajar para eliminarlo, prestar el máximo apoyo a lo que las autoridades sanitarias, portavos del equipo ciéntifico nos dicta de la que tenemos que hacer para que sea eficaz, dados los conocimientos que ellos aconsejan por el estudio constante.